Pingüinera Punta Tombo: la vida silvestre como espectáculo

En la pingüinera Punta Tombo se despliega el ecosistema vital de una de las especies más emblemáticas de la Patagonia: el pingüino de Magallanes.

Ubicada en el corazón del Área Natural Protegida Punta Tombo, este paraíso costero se encuentra a solo 120 km al sur de Trelew, en la provincia de Chubut.

Las costas de esta región son bañadas por aguas frías y cristalinas, un manjar de nutrientes que se traduce en abundante alimento. En este escenario geográfico los pingüinos de Magallanes encuentran un refugio natural para llevar a cabo su ciclo vital.

La pingüinera Punta Tombo nos deja sumergirnos en la autenticidad de su vida silvestre. Desde su llegada a la costa, después de una extensa travesía marina; hasta la reproducción y nacimiento de sus polluelos, la pingüinera exhibe su apasionante actividad que va cambiando según el mes en que la visitemos.

Este artículo es una guía para explorar este lugar mágico, orgullo de nuestra Patagonia.

La naturaleza nos brinda un espectáculo lleno de vida año tras año, hoy te invitamos a presenciarlo.

Una pingüinera con actividad intensa: un viaje a través de las estaciones

En la pingüinera Punta Tombo reside la mayor colonia de pingüinos de Magallanes del mundo.

Éstos llegan después de un largo viaje migratorio para reproducirse y criar a sus polluelos hasta que estén listos para enfrentar el océano en una nueva aventura.

Cada fase de este ciclo de vida es una experiencia única y conmovedora. Nos ofrece la oportunidad de ser espectadores privilegiados de este espectáculo natural.

A continuación te contamos qué proceso se desarrolla en Pingüinera Punta Tombo según la época del año.

Septiembre – octubre: el regreso a casa

Los pingüinos de Magallanes regresan a la pingüinera Punta Tombo tras meses en el océano. Los primeros en llegar son los machos, que comienzan a preparar los nidos y esperar a las hembras para la etapa reproductiva.

Las parejas se reencuentran después de la larga travesía y se reconocen a través de llamados y movimientos característicos.

Pingüinera Punta Tombo – Foto de Fermin Rodriguez Penelas en Unsplash

Se calcula que más de medio millón de pingüinos llegan a la reserva cada año.

Octubre – noviembre: preparando el nido

A medida que el clima se calienta, los pingüinos comienzan a buscar sitios de anidación. Si ya tuvieron su nido el año anterior, vuelven al mismo lugar y lo acondicionan para recibir a los próximos huevos.

Cavan pequeñas madrigueras en la tierra para proteger a sus futuros huevos de los vientos fríos y los depredadores. Estos agujeros se convierten en hogares temporales donde criarán a sus polluelos en los meses venideros.

Noviembre – diciembre: la llegada de los huevos

A medida que se acerca diciembre, las hembras ponen uno o dos huevos en sus nidos. Los padres se turnan para incubar los huevos durante un período que puede durar alrededor de 40 días.

Durante esta etapa, las parejas comparten la responsabilidad de cuidar los huevos, asegurando que estén protegidos y cálidos.

Diciembre – enero: los primeros pasos de las crías

Comienza la eclosión de huevos. Pequeños polluelos con suaves plumas emergen, listos para comenzar su vida. Los padres se alternan para alimentar a las crías con regurgitaciones de alimento, en un esfuerzo conjunto para garantizar su supervivencia.

Enero – febrero: la cría crece y aprende

Los polluelos crecen rápidamente y adquieren sus plumajes característicos. Los padres trabajan incansablemente para proporcionar alimento y protección, a veces enfrentando largas travesías marinas para conseguir comida.

Pingüinera Punta Tombo – Foto de Sergio Martínez en Unsplash

A medida que las crías se vuelven más independientes, las colonias se llenan de actividad y ruidosos chillidos.

Febrero – marzo: ¡polluelos al agua!

Con el final del verano, los polluelos han alcanzado un tamaño suficiente y han desarrollado la fuerza para aventurarse al mar por primera vez. Este es un momento emocionante y peligroso, ya que enfrentan depredadores en el agua.

Las crías alcanzan la madurez a los 90 días.

Los pingüinos adultos brindan apoyo y supervisión mientras sus crías adquieren las habilidades necesarias para la vida marina.

Marzo – abril: la partida hacia el océano

Con la llegada del otoño, las crías ahora son lo suficientemente autónomas para enfrentar el océano abierto. A medida que los pingüinos jóvenes se aventuran en las aguas, se inicia la migración hacia el norte en busca de alimento. Los padres también vuelven al mar, iniciando su ciclo nuevamente.

Turismo ecológico y respetuoso: una experiencia inmersiva

Al llegar a la pingüinera Punta Tombo se encuentra un centro de visitantes donde los guardafaunas ofrecen charlas y explicaciones informativas.

El recorrido comienza a partir de ahí y se extiende a lo largo de 3.500 metros junto a la playa, permitiendo explorar de cerca el hábitat de los pingüinos.

Es común ver a los pingüinos cruzar los senderos en su camino al mar en busca de alimento.

La pingüinera Punta Tombo ofrece a los turistas ser testigos de este espectáculo natural único y además concientiza profundamente en términos de conservación.

El recorrido se realiza por senderos estratégicamente trazados, lo que permite experimentar la vida de los pingüinos de cerca, sin perturbar su delicada armonía.

 

Pingüinera Punta Tombo – Foto de Zach Kirby en Unsplash

Proteger este tesoro natural es responsabilidad de todos los visitantes. La pingüinera Punta Tombo posee estrictas medidas de conservación para salvaguardar el equilibrio natural de esta especie.

Acá te dejamos las indicaciones más relevantes a tener en cuenta al visitar la reserva natural:

  • Seguir las indicaciones de guardafaunas y señalización.
  • Respetar la flora y la fauna.
  • Cuidar la limpieza y evitar la contaminación.
  • Transitar solamente por los senderos autorizados.
  • Observar a los pingüinos sin molestarlos, tocarlos o estimularlos.
  • Cuidarse del sol con gorras y protector solar.
  • Llevar agua.
  • Usar humectación para piel y labios.
  • Llevar calzado adecuado al terreno que permita realizar una caminata larga en camino agreste.
  • Consultar el clima antes de la visita para poder equiparse con la ropa adecuada.

Acá podés consultar información de tarifas y horarios

El ciclo reproductivo del pingüino de Magallanes se despliega como un espectáculo a  la vista del ser humano. Este proceso que se repite año tras año, evidencia la tenacidad de la naturaleza y la habilidad de esta asombrosa especie para ajustarse a su entorno.

Experiencias como ésta nos recuerdan que somos responsables de esta tierra, que debemos asumir el compromiso de cuidar para las próximas generaciones.

Los pingüinos de Magallanes han encontrado en la pingüinera Punta Tombo su hogar ideal. ¡Vení a visitarla! No te olvides de llevar unos ricos alfajores patagónicos o un bocadito Memorable para acompañar el día y recargar energías durante el paseo.

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